Al cáncer le gusta hacer headbang
El efecto del metal y la música clásica en células cancerosas.
Hace unos días, me escandalizó un artículo que afirmaba que la música clásica mata células cancerígenas, mientras que el metal las hace proliferar. Me escandalicé porque soy un ávido escucha de metal.
Inmediatamente busqué el estudio en cuestión, sospechando que no existía o que se trataba de una mala interpretación—como tantas veces sucede. Y lo encontré.
El estudio fue publicado en 2019 en el Journal of Gastrointestinal Cancer por Sebastián Ramírez-Rivera y Giuliano Bernal, de la Universidad Católica del Norte en Chile. En su investigación, evaluaron los efectos de la música en células de cáncer gástrico AGS, exponiéndolas a música clásica y metal. Los resultados mostraron que la proliferación celular aumentó con la exposición al metal, mientras que la música clásica no tuvo el mismo efecto. Además, ambos géneros alteraron la expresión de genes relacionados con la apoptosis y el control del ciclo celular.
Este es el primer estudio que demuestra que la música puede modular la expresión génica en células cancerosas.
El estudio, titulado Music Is Capable of Inducing Changes in Gene Expression in Gastric Cancer Cells, señala en su resumen:
"La música ha demostrado tener efectos beneficiosos en pacientes con cáncer; sin embargo, se conoce muy poco sobre los procesos moleculares que generan estos beneficios. El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de la música en la proliferación y expresión génica en células de cáncer gástrico.
Métodos: Se expusieron células de cáncer gástrico AGS a música metal y música clásica, y posteriormente se evaluaron la proliferación celular y la expresión de genes asociados con la apoptosis y el control del ciclo celular.
Resultados: La proliferación de las células AGS aumentó cuando fueron expuestas a música metal, pero no cuando fueron expuestas a música clásica. La expresión génica de caspasa-3 y 8, así como de ciclina B1, aumentó en respuesta a ambos géneros musicales. La música clásica reprimió la expresión de p53, mientras que el metal reprimió la expresión de PUMA.
Conclusiones: Este es el primer estudio que demuestra que la música puede actuar como un modulador de la expresión génica en una línea celular de cáncer. Se requieren experimentos adicionales para comprender mejor los mecanismos mediante los cuales los distintos géneros musicales pueden inducir cambios en la expresión génica."
¿Qué es la expresión génica?
La expresión génica es cualquier factor que influye en qué tan activa o inactiva está la expresión de un gen en una célula. Puede aumentar o disminuir la cantidad de ARN mensajero (ARNm) producido a partir de un gen, lo que a su vez afecta la producción de proteínas. Más proteínas significan más células.
Si la música realmente afecta la expresión génica, como sugiere el estudio, esto implicaría que ciertas vibraciones sonoras pueden desencadenar respuestas biológicas en las células. Sin embargo, aún no está claro cómo sucede esto ni qué mecanismos están involucrados.
Intentando darle sentido a esto, recordé la lógica kunderiana de La insoportable levedad del ser: ¿Qué es lo positivo, el peso o la levedad? Solemos pensar que la levedad es positiva y el peso negativo, pero Kundera sugiere lo contrario: el peso da sustancia a nuestras decisiones, mientras que la levedad implica transitar por la vida sin sentido alguno.
Siguiendo esta lógica, podríamos decir que el metal da vida. Las células expuestas a su estruendo se estimulan y se reproducen un 20% más. En otras palabras, las células cancerosas disfrutan del metal. Se lanzan al moshpit y, felices, se multiplican.
En cambio, la música clásica parece no gustarles: prefieren suicidarse antes de seguir escuchándola.
A mí no me desagrada la música clásica—de hecho, prefiero a Rachmaninov sobre Beethoven, a Mozart sobre Chopin—pero la idea de unas células zombies haciendo headbang con la mano extendida, mostrando los cuernos, me resulta inquietantemente fascinante.